Todo docente, en el ejercicio de su autoridad, es responsable de propiciar un buen clima de convivencia que permita el correcto desarrollo de las actividades educativas organizadas por el centro y el mantenimiento, dentro del aula, de las normas de conducta establecidas para llevar a cabo el proceso educativo. Por ello, tendrá el deber de respetar y de hacer que se respeten las normas de convivencia del centro y de corregir, en el ámbito de sus competencias, cualquier comportamiento que, cometido por el alumnado, atente o contravenga las mismas (Artículo 17 del Decreto 16/2026, de 9 de marzo)
Los alumnos cuyo comportamiento sea contrario a las normas de convivencia podrán ser amonestados por el profesor. Para ello, se utilizará la aplicación PLUMIER XXI
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